Para los niños mayores de 34 semanas de
edad gestacional y los neonatos de término lo ideal es el uso de leche materna
de su propia madre, fresca, refrigerada o congelada. La leche humana de mujeres
que tuvieron un parto con menos de 34 semanas de gestación se adapta bastante
bien a las necesidades de su hijo prematuro, a excepción de su contenido de
calcio y fósforo , que es bajo después de la segunda semana de haber nacido el
prematuro y debe complementarse para evitar el llamado raquitismo u osteopenia
del niño prematuro , lo que se realiza suplementando la leche con fortificantes
de la leche humana que aumentan el aporte calórico total, las proteínas , el
calcio, sodio, fósforo y zinc. Se utilizan desde que se administran 100
ml/kg/día de leche materna, inicialmente se administra al 2% o 2 sobres
en 100ml. y desde la 4ª semana se usa al 4 % o 4 sobres en 100 ml. Se va
controlando estrictamente la evolución nutricional. Además existen distintos
tipos de leches artificiales que tratan de simular las características de la
leche humana y que además se complementan con algunos elementos que pudieran
estar en menor cantidad en la leche humana. Por ejemplo las grasas o lípidos
están representados por triglicéridos de cadena media, lo que facilita su
absorción y los carbohidratos están constituidos por mezclas de lactosa y
polímeros de glucosa, además de tener una mayor cantidad de calcio, fósforo y
sodio.
El recién nacido de bajo peso de nacimiento
que no tenga factores de riesgo puede alimentarse desde el primer día de vida.
En general, se puede alimentar precozmente (2 a 4 horas de vida) a prematuros
sanos de más de 1.500 gramos de peso de nacimiento. A niños más pequeños,
aún en ausencia de enfermedad es preferible dejarlos en ayuno por 12 a 24
horas, lo cual variará según edad gestacional, peso de nacimiento, succión,
distress respiratorio, tránsito o distensión intestinal. Si el prematuro tiene
factores de riesgo diferir por 48 horas o más según el caso. Los factores
de riesgo son: extremo bajo peso de nacimiento (menor de 1.000 gr), distress
respiratorio, asfixia severa, cardiopatía congénita, poliglobulia
sintomática (exceso de glóbulos rojos) , desnutrición intrauterina severa ,
compromiso hemodinámico no controlado, mielomeningocele con paraparesia
significativa, sospecha de enterocolitis necrotizante. En estos casos de riesgo
se debe mantener sin alimentación por 48 horas o más según evaluación médica.
De no presentarse problemas respiratorios y existiendo tránsito intestinal se
inicia la alimentación enteral cuidadosamente, con leche de la propia madre
idealmente o fórmula láctea para prematuros, en pequeños volúmenes (12 -
20 ml /Kg/día) para ir probando tolerancia gástrica. Se va aumentando en 20 ml
/Kg/día posteriormente con estricto control de tolerancia: distensión abdominal,
residuo gástrico, regurgitación, vómitos. Si el volumen es menor de 30 ml
administrar cada 3 horas por 7-8 veces al día. Si es mayor de 30 ml cada 4 horas
por 6 veces al día. Se aumenta hasta 150 ml/kg/día. Lo ideal es alcanzar la
cantidad de 150 ml/kg/día entre el 10ºy 15º día de vida. Después de los
10 a 15 días de vida puede aumentarse el volumen gradualmente hasta 200 – 220
ml/kg/día, según necesidad, tolerancia y ausencia de contraindicaciones.
En caso de niños con retardo de crecimiento severo en períodos de crecimiento
recuperacional, pueden necesitarse volúmenes mayores. Vía enteral se puede usar:
leche materna extraída de su propia madre; leche materna donada
pasteurizada o fórmula láctea para prematuro.
- Residuos biliosos, hemáticos o porráceos en
cualquier volumen (>1ml).
- Residuo alimentario mayor a 25-30 % de
alimentación, recibiendo más de 10 ml por vez.
- Vómitos
- Deposiciones con sangre o enterocólicas.
- Sospecha de Enterocolitis necrotizante.
- Niño enfermo con alimentación con chupete o pecho
que rechaza inesperadamente la alimentación.
- Alimentación en bolo o intermitente:
administración intermitente de leche (cada 2 o 3 horas) en cantidades
crecientes a través de una sonda orogástrica (bucogástrica) la cual se usa
en neonatos incapaces de succionar. De no poderse utilizar volúmenes crecientes
de alimentación por las condiciones generales o intestinales del prematuro
su utiliza el estímulo enteral mínimo con volúmenes pequeños de
alimentación, lo cual favorece la producción de enzimas en tubo digestivo
y de hormonas de acción local y sistémica, mejorando la posibilidad de
tolerancia a la alimentación completa cuando ésta pueda administrarse.
- Alimentación continua :
- A través de una sonda colocada
permanentemente en el estómago a través de la vía nasofaríngea o de la
boca para evitar obstrucción nasal. Se ha demostrado que la alimentación
continua no ofrece ventajas sobre la intermitente.
En Resumen
- Se administra leche en bolo lento cada 3 horas,
por sonda nasogástrica si es posible, o por sonda orogástrica si hay
dificultad respiratoria o es menor de 1200 g.
- Se puede indicar uso de alimentación enteral
continua en los casos de persistente mala tolerancia al aumento de
volumen, en caso de displasia broncopulmonar severa o cardiopatía con
insuficiencia cardíaca congestiva.
- Se debe estimular succión durante el período de
alimentación.
- Si tiene 34 o más semanas de edad gestacional se
evalúa alimentación por succión.
- Cuidados durante la alimentación: Se debe
medir el residuo gástrico, el cual se acepta no debe ser mayor al 15 -20 %
de la cantidad de leche administrada. Si este volumen es mayor, la
siguiente administración de leche deberá ser en una cantidad a la que se
reste el volumen residual. De persistir residuo gástrico aumentado o
aparecer distensión abdominal se deja al prematuro en período de ayuno,
pensando en la posibilidad de una patología intestinal de estos neonatos
conocida como enterocolitis necrotizante.
- Evaluar, al menos cada 3 días, la evolución de su
curva de peso y semanalmente la Talla y Circunferencia craneana (perímetro
cefálico), parámetros que se van comparando con la curva de referencia
utilizada (Curvas de crecimiento intrauterina o postnatal).
- La alimentación en niños menores de 32 semanas de gestación debe hacerse con sonda orogástrica porque su reflejo de succión es débil. Los mayores de 33-34 semanas tienen un buen reflejo de succión y deglución e incluso pueden tomar la fórmula con biberón.
En forma simple significa administrar nutrientes por vía endovenosa por no estar disponible la vía enteral. Se administran todos los nutrientes (proteínas, lípidos, carbohidratos, calcio, fósforo, microelementos, vitaminas) en las cantidades y proporciones adecuadas que un neonato necesita diariamente según recomendaciones. Todos los nutrientes mencionados diluidos en soluciones de glucosa se administran a través de vía endovenosa, que requiere en algunas circunstancias ser de gran calibre según la osmolaridad de la mezcla. Algunas soluciones de baja concentración pueden ser administradas a través de acceso venoso periférico (nutrición parenteral periférica).
Bibliografía:
-Aibarra. Manual de Enfermería en Neonatología.
(Internet); (18-01-2014). Disponible en: http://www.aibarra.org/neonatologia/capitulo23/Padres/La_nutricion/default.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario