La alimentación al pecho tiene muchas
ventajas de las que destacan la transmisión de anticuerpos maternos anti
infecciosos, la menor propensión a la obesidad cuando mayores y la relación más
armoniosa con su madre. El niño debe iniciar su alimentación al pecho tan
pronto como esté en contacto con su madre. Si bien la primera leche (calostro)
no tiene las características de la leche de los días posteriores, su
composición es rica en anticuerpos y sustancias defensivas. Posteriormente se
debe adoptar la frecuencia "libre demanda" es decir cuanta veces el
niño quiera, en un lapso no menor de 2 horas y no mayor de 4 horas (antes de 2
horas no se alcanza a producir la leche y si después de 4 horas el niño no se
ha alimentado debe ponérsele al pecho aunque no lo haya solicitado). Las
mamadas deben durar 10 - 15 minutos por lado (la mayor parte de la grasa
de la leche materna pasa al bebé hacia el final de la mamada). Progresivamente
el niño pudiera menos tiempo para vaciar el pecho. La forma de saber si su hijo
está tomando suficiente leche es pesarlo y controlarlo con su pediatra. En el
primer control, a los 15 días de vida el niño debiera recuperar su peso
de nacimiento, parte del que perdió durante la primera semana. Después del
parto el único estímulo que tiene el pecho para producir leche es la succión
del niño. Si Ud. ofrece leche artificial este estímulo no será adecuado y la
producción de leche disminuirá. Durante esta alimentación a "libre
demanda" el niño sólo requiere leche materna y no necesita agua adicional
(el 85% de la leche materna es agua). Si tiene producción suficiente de
leche puede extraerla y guardarla para que otra persona alimente a su niño con
ella si necesita salir. Puede usar un extractor de leche, aunque el ideal es
extraerse Ud. misma con masajes del pecho que van desde la periferia
"arrastrando" la leche hacia el pezón. Guarde la leche en una
mamadera limpia en refrigerador y pida que la entibien antes de administrársela
a su hijo. Las cantidades que el niño debe tomar aproximadamente por cada
alimentación son: primer mes: 100 ml, 2º mes, 120 ml, 3er mes 150 ml, 4º
mes 180 y 5º mes 200 ml. Es importante que cada vez, que por alguna
razón, el niño no saque su leche, Ud. se la extraiga para evitar
infecciones al pecho (mastitis). Igualmente es conveniente asear el pezón
después de que el niño se alimente para extraer los restos de leche que pueden
servir de caldo de cultivo a las bacterias. Si pese a eso su pecho está
dolorido y tenso o se coloca rojo, llame a su médico de inmediato, entretanto
extráigase la leche. Siempre que se le recete un medicamento nuevo y está amamantando,
consulte con su pediatra. Los controles de su bebé con el pediatra en los
primeros meses son muy importantes pues en ellos se buscará enfermedades
congénitas de aparición tardía, se verá su progresión de peso, estatura,
habilidades y aprendizaje y Ud. tendrá la oportunidad de consultar sus dudas y
aprender nuevas cosas sobre su hijo.
Bibliografía:
-Aibarra. Manual de Enfermería en Neonatología.
(Internet); (18-01-2014). Disponible en: http://www.aibarra.org/neonatologia/capitulo23/Padres/La_nutricion/default.htm